Un muerto y decenas de miles de personas atrapadas por las fuertes lluvias en el festival Burning Man, en el desierto de Nevada | Internacional

Un muerto y decenas de miles de personas atrapadas por las fuertes lluvias en el festival Burning Man, en el desierto de Nevada | Internacional

Una persona ha fallecido y decenas de miles —hasta 70.000, según la CNN— han quedado atrapadas tras un episodio de grandes lluvias en el desierto de Black Rock, en Nevada (EE UU), donde asistían al festival anual Burning Man. Las fuertes precipitaciones caídas el sábado han convertido el lugar en un cenagal. La policía ha anunciado la apertura de una investigación por la muerte sin dar por el momento más detalles de su causa. Burning Man es un evento anual a medio camino entre festival de contracultura y retiro espiritual. Creado en 1986 en San Francisco (California), desde los noventa se organiza en el desierto de Nevada, en una zona protegida al noroeste de este Estado.

En los vídeos difundidos en redes sociales se comprueba como la enorme planicie a cielo abierto en la que se celebra el encuentro, se ha convertido en un enorme mar de barro completamente impracticable. Según las autoridades del condado, algo más de 70.000 personas permanecían bloqueadas en el lugar el domingo por la mañana. El acceso a Black Rock City, el punto de encuentro de la celebración del festival, a varias decenas de kilómetros de cualquier lugar habitado, ha sido clausurado debido a las condiciones meteorológicas.

Algunos de los asistentes han intentado alcanzar la única carretera practicable, situada a unos ocho kilómetros del lugar, a pie y, en algunos casos, con zapatos envueltos en bolsas de plástico. “Ha sido una caminata increíblemente agotadora que iniciamos a media noche a través de un barro profundo y resbaladizo, pero he conseguido salir sano y salvo”, ha asegurado uno de los participantes en su cuenta de X, anteriormente conocida como Twitter. “Era como cemento que se pegaba a las botas y actuaba como arenas movedizas”.

En declaraciones a France Presse, una de las asistentes, de nacionalidad neerlandesa, ha asegurado que decidió abandonar el lugar “fuera como fuera”. “Tenía miedo de lo que me pudiera pasar; no había comida ni agua ni papel higiénico así que comprendí que tenía que arreglármelas”, ha añadido. La mujer consiguió huir en el coche de un vecino, con el que logró abandonar el festival pese al barro.

Las autoridades locales han solicitado a los asistentes a permanecer en el lugar del evento hasta que el terreno se vuelva lo suficientemente sólido y seguro para permitir desplazamientos. El festival tenía que clausurarse el lunes, pero los participantes podrían quedar bloqueados hasta el martes o el miércoles en caso de que vuelva a llover.

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Un responsable de la Casa Blanca ha asegurado que el presidente de EE UU, Joe Biden, ha estado informado de la situación en todo momento. “Los participantes deben seguir las indicaciones de las autoridades nacionales y locales así como las de los organizadores del evento”, ha aconsejado ese portavoz.

Una mujer permanece tumbada en el barro después de la enorme tromba de agua caída el pasado sábado sobre el desierto en que se celebra el Burning Man. USA TODAY (via REUTERS)

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